Rokovoko. Una isla muy lejana hacia el oeste y el sur. No está marcada en ningún mapa: los sitios de verdad no lo están nunca. Hernan Melville.

viernes, 20 de agosto de 2021

Poeta afgana Nadia Anjuman


 

No deseo abrir la boca

¿A qué podría cantar?

A mí, a quien la vida odia,

tanto me da cantar que callar.

¿Acaso debo hablar de dulzura

cuando es tanta la amargura que siento?

Ay, el festín del opresor

me ha tapado la boca.

Sin nadie a mi lado en la vida

¿a quién dedicaré mi ternura?

Tanto me da decir, reír

morir, existir.

Yo y mi forzada soledad

con mi dolor y mi tristeza.

He nacido para nada.

 

La llegada del régimen talibán a Afganistán ha encendido todas las alarmas respecto a los derechos de las mujeres, aniquilados hace dos décadas durante el antiguo gobierno integrista islámico. Es por ello que estos días se ha hecho viral en las redes un poema de la afgana Nadia Anjuman, fallecida en el 2005 a causa de una paliza propinada por su marido y la familia de este, un suceso que no llegó a tener una resolución clara de la justicia, más allá de que el esposo pasara apenas un mes en la cárcel.

Pocos meses antes de su muerte, Anjuman había publicado con gran éxito en su país el poemario ‘Gol-e-Duda’ que podría traducirse como ‘Flores ahumadas’. La suya fue una poesía testimonial en la que autora vertía sus ansias de libertad y que rápidamente captó la atención de lectores y lectoras por su lenguaje moderno y nada afectado, kilómetro cero de la nueva poesía en su país. Ahora, cuando dentro y fuera de Afganistán se tienen las peores expectivas para los derechos femeninos el comprometido poema ha vuelto a cobrar actualidad.

 Anjuman nació en Herat en 1980 y se graduó en la escuela secundaria. Apasionada de la literatura, durante el régimen talibán asistió a clases clandestinas de poesía en un formato que de puertas para afuera era aparentemente una escuela de corte y confección. Más tarde estudió Literatura persa en la Universidad de Herat. Anjuman sintió un profundo compromiso con la poesía, a pesar de los riesgos que siendo mujer le suponía la escritura. 

 Malos presagios

 “Desde que tengo memoria”, escribió, “he amado la poesía, y las cadenas con las que seis años de cautiverio bajo el régimen talibán me ataron los pies me llevaron a entrar vacilante en la arena de la poesía. El estímulo de amigos que pensaban como yo me dio la confianza para seguir este camino, pero incluso ahora, cuando doy el primer paso, la punta de mi pluma tiembla, como lo hago yo, porque no me siento a salvo de tropezar en este camino, cuando el camino por delante es difícil y mis pasos son inestables ".

En sus poemas, Anjuman parece anticipar su propio destino y fama póstuma, ya que su trabajo es hoy la bandera del movimiento feminista afgano. Murió a los 25 años, posiblemente porque su marido consideró su trabajo como deshonroso para su familia. Dejó una niña de pocos meses.

elperiodico.com

foto La poeta afgana Nadia Anjuman. / Twitter/@yakavita

3 comentarios:

  1. Es como para inundar el mundo de lágrimas y a los criminales de balas.

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  2. "En la calle podría imperar la constitución, pero en las casas siempre mandaba la sharía patriarcal. Cuando hablamos de estas cosas, siempre recuerdo a una feminista italiana decir que entre los grandes avances de la intervención militar estaba que las mujeres ya no caminaban detrás de los hombres, a lo que una compañera mejor informada le espetó: '¡Claro, ahora van delante por si hay minas en el camino!'. Pues eso."

    https://www.lahaine.org/mundo.php/la-preocupacion-por-las-mujeres

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    1. Loam, lo que hay contra la mujer es la guerra más larga de la historia, un genocidio cotidiano contra la clase social mujer, nacida hembra de la especie humana. Creo que las mujeres ya estamos tardando mucho en responder con las mismas salvajadas, contra la clase dominante. Pido cada dia a las diosas que se organicen manadas de mujeres para hacer, punto por punto, cada una de las agresiones, asesinatos, violaciones a los hombres que hacen ellos contra nosotras. No sé si lo verán mis ojos. Que el miedo cambie de bando. Un saludo.

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