Rokovoko. Una isla muy lejana hacia el oeste y el sur. No está marcada en ningún mapa: los sitios de verdad no lo están nunca. Hernan Melville.

viernes, 22 de noviembre de 2019

El Fascismo, desbocado otra vez en el mundo. ¿Hacemos algo o repetimos errores?...porque ya sabemos cómo termina esta historia.

Tess Asplund en 2016 y Danuta Danielsson en 1985 enfrentándose a manifestaciones fascistas (LVD)

Vox, una maquinària de legitimació de l'odi
  Vivim en un estat estructuralment racista, masclista i LGBTIfòbic, on les lleis, les nostres actituds i els nostres comportaments ho demostren. Aquest odi no neix amb Vox, òbviament, però sí que representa una maquinària de legitimació i auge d'aquest.
S'encarreguen de maquillar l'odi en forma d'opinió i llibertat d'expressió, envaint de ple les llibertats i els drets fonamentals de les comunitats a qui discriminen pel simple fet de ser qui són, per existir.
És total la nostra responsabilitat de no acatar la seva normalització de l'odi, de no acceptar-ho com a llibertat d'expressió. De fer-hi front, des del dia a dia, des del carrer i des de cada un dels espais on participem.

Vox, una maquinaria de legitimación del odio.
Vivimos en un estado estructuralmente racista, machista y LGBTIfòbic, 
donde las leyes, nuestras actitudes y nuestros comportamientos lo 
demuestran. 
Este odio no nace con Vox, obviamente, pero sí representa una maquinaria de 
legitimación y auge de este.

Se encargan de maquillar el odio en forma de opinión y libertad de 
expresión
invadiendo de lleno las libertades y los derechos fundamentales de las 
comunidades 
a las que discriminan por el simple hecho de ser quienes son, por existir.

Es total nuestra responsabilidad de no acatar su normalización del odio
de no aceptarlo como libertad de expresión. De hacerle frente, desde 
el día a día, 
desde la calle y desde cada uno de los espacios donde participamos.
David Valls Mestres, Igualada

¿Dónde está el límite para la extrema derecha?


Esta semana, la diputada de Vox de la Asamblea de Madrid, Alicia Rubio, cuestionaba si los niños homosexuales existían y decía claramente que estos niños no debían defenderse. Me sorprende, porque estas declaraciones las hizo en el mes de febrero por una cadena de televisión, donde nadie cuestionó lo que se estaba diciendo.
Después de declaraciones de este tipo, uno se pregunta: ¿Dónde está el límite? ¿A qué punto habrá que llegar para que reaccionemos? ¿En qué momento nos daremos cuenta? Mientras la extrema derecha pueda soltar estos mensajes sin consecuencia alguna, ya sea consecuencias legales o en las urnas, seguirán avanzando.
No podemos quedarnos en la pasividad, hay que reaccionar y rechazar su mensaje activamente.
Antonia Mercedes Coduras, Barcelona

Textos, La aportación de los lectores, elperiodico.com
Foto La Vanguardia

No hay comentarios:

Publicar un comentario