Rokovoko. Una isla muy lejana hacia el oeste y el sur. No está marcada en ningún mapa: los sitios de verdad no lo están nunca. Hernan Melville.

domingo, 5 de diciembre de 2021

david wojnarowicz, un día, este chico. One Day This Kid, 1990.



Un día, este chico crecerá. Un día, este chico experimentará algo que produce una sensación equivalente a la separación de la tierra respecto de su eje. Un día, este chico alcanzará un punto donde percibirá una división que no es matemática. Un día, este chico sentirá que algo burbujea en su corazón, garganta y boca. Un día, este chico encontrará algo en su mente, cuerpo y alma que lo dejará hambriento. Un día, este chico hará algo, provocará que los hombres uniformados como sacerdotes y rabinos, los hombres que habitan en ciertos edificios de piedra, pidan su muerte. Un día, los políticos promulgarán leyes contra este chico. Un día, las familias transmitirán información falsa a sus niños, y cada niño transmitirá esa información por generaciones a sus descendientes, y dicha información será concebida para hacerle insoportable la existencia a este chico. Un día, este chico empezará a percibir toda esa actividad en su entorno, y esa actividad e información lo obligarán a cometer suicidio o a correr peligro, y desearán asesinarlo o someterlo al silencio y la invisibilidad. O un día, este chico hablará. Cuando lo haga, los hombres que han desarrollado un temor por este chico intentarán silenciarlo con estrangulamiento, golpes, cárcel, asfixia, violación, intimidaciones, drogas, sogas, armas, leyes, amenazas, pandillerismo, botellas, cuchillos, religión, decapitaciones e inmolación por fuego. Los médicos proclamarán que este chico tiene cura como si su cerebro fuera un virus. Este chico perderá sus derechos constitucionales contra la invasión de su privacidad por parte del gobierno. Este chico se enfrentará a electrochoques, fármacos y terapias de acondicionamiento en laboratorios atendidos por psicólogos e investigadores científicos. Estará sujeto a la pérdida no solo de su hogar, sino de sus derechos civiles, empleos y todas las libertades posibles. Todo esto comenzará a ocurrir en uno o dos años, cuando descubra que desea unir su cuerpo desnudo al cuerpo desnudo de otro chico.

Traducción: ConejoBelga

David Wojnarowicz (1954-1992) artista plástico, y activo militante por los derechos LGTBI y de los marginados.

 La pregunta que se repite en casi todas sus obras es la de qué significa ser humano en el mundo.

 Wojnarowicz hablaba con rabia de ese desdén hacia los demás, de lo que suponía ser insignificante a los ojos de los demás y participar en los márgenes.Su discurso habla sobre la importancia de traer la política al día a día.

 Wojnarowicz, apaleado desde niño por su padre, que se ganó la vida como chapero —a los 12 años se prostituyó con un hombre por dos dólares, que se gastó en un helado—, y que sufrió el acoso de políticos y religiosos indignados con su obra, empleó su arte para luchar por las causas perdidas: el sida, las guerras, las fronteras, hasta el medio ambiente.

 Es un artista autodidacta que va formándose poco a poco, que toca todo tipo de técnicas, de formatos, de medios: la música, la fotografía, la escritura, la escultura, la pintura, la performance..

 Wojnarowicz ve "la figura del artista, del autor, del poeta, como alguien marginal, alguien que está en los márgenes de la sociedad, en los elementos más underground, alguien que hace de la rebeldía una forma de vida, y alquien para el que en realidad no hay separación entre poesía y vida, no hay separación entre una posición estética y una actitud ética".

 

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