Rokovoko. Una isla muy lejana hacia el oeste y el sur. No está marcada en ningún mapa: los sitios de verdad no lo están nunca. Hernan Melville.

lunes, 20 de diciembre de 2021

Gran despliegue policial para desahuciar a una familia a cuatro días de la Navidad en Barcelona


 

Pese a la moratoria vigente y que la ONU había pedido al juez la suspensión del lanzamiento, este ha decidido seguir adelante con el desalojo de la vivienda en el 209 de la calle de Roger de Flor

 

A un día de la llegada oficial del invierno y a cuatro de la Navidad y en plena sexta ola, un gran despliegue de los Mossos d'Esquadra ha ejecutado este frío lunes pandémico la orden judicial de desalojo contra Carlos y su madre, de 72 años, en el 209 de la calle de Roger de Flor, en el Eixample barcelonés. Un piso propiedad de una empresa que compró la finca entera en el 2017 y optó por no renovar los contratos de alquiler.

El de este lunes era el sexto intento de desahucio de esta familia, arropada por el Sindicat d'Habitatge de Gràcia, el Sindicat de Llogateres de Barcelona y la PAH, y ha sido el definitivo. Pese a la moratoria estatal -vigente hasta el 28 de febrero- y que decenas de vecinos y activistas por el derecho a la vivienda de toda la ciudad se habían concentrado frente a la vivienda para intentar evitarlo, esta vez no ha sido posible. Mientras se conocía la noticia que el Govern destituía al mayor Trapero de su cargo, un importante número de agentes ejecutaba el que los movimientos sociales habían bautizado como "el último desahucio del año" -ya que las comitivas judiciales descansaran hasta después de fiestas- e identificaba una por una a las personas concentradas para intentar evitarlo.

 El caso de Carlos y su madre era especial para el movimiento en defensa de la vivienda porque simbolizaba "la resistencia contra la especulación inmobiliaria", señalan. Desde la PAH insisten en la idea que si la Generalitat hubiera aprobado la ley catalana de la vivienda tal y como el 'president' Pere Aragonès se comprometió a hacer, esta familia no se encontraría hoy en esta situación ya que esta ley obliga a los grandes propietarios a ofrecer un alquiler social a las familias vulnerables antes de desahuciarlas. 

 Para este último lunes de desahucios había también previsto otro lanzamiento en Badalona, de una familia con dos criaturas de 10 y ocho años, finalmente aplazado.

La escena vivida este lunes recordó mucho a la vivida hace justo dos años, el 20 de diciembre del 2019, cuando otro gran despliegue policial ejecutó también el desahucio de Livia y Juan y sus tres hijos, también a cuatro días para la Navidad y también pese a la gran resistencia mostrada por sus vecinos. 

Helena López, elperiodico.com

aquesta és la república de dretes que ens espera. generalitat, gràcies per res.
esta es la república de derechas que nos espera. generalitat, gracias por nada.

 Foto, Carlos, de Ferran Nadeu.

 

jueves, 16 de diciembre de 2021

bell hooks, El feminismo es para todo el mundo


 

Su verdadero nombre es Gloria Jean Watkins, pero entrará en los libros de historia como bell hooks, así, en minúsculas, que es como pretende pasar ella por la vida para que lo que destaque no sea su figura, sino sus ideas. Y cuando entre en esos libros durante tanto tiempo vetados a las mujeres habrá logrado un triunfo mayúsculo, porque su lucha feminista no será teoría: será resultados.

Gloria Jean Watkins nació en un pequeño pueblo de Kentucky, Hopkinsville, en 1952. Media docena de hermanos (cinco chicas y un chico), un padre con un ajustado sueldo de vigilante, una madre ama de casa y una experiencia poco agradable en un instituto integrado plagadito de blancos (tras el paso por una escuela segregada) le hicieron tomar conciencia de que el lugar que le había sido asignado en el mundo no le iba a poner las cosas fáciles: negra, pobre y además mujer. Si en casos como el suyo el orden de los factores altera o no el producto es algo sobre lo que Gloria Jean, doctorada en Lengua Inglesa con una tesis sobre Toni Morrison, sigue reflexionando y, armada (y anclada) con el bagaje de bell hooks, escribiendo.

Porque bell hooks es un alias y un arma. Resulta de la combinación de las letras de los nombres y apellidos de su madre y su abuela, y la posiciona en el mundo y le da una perspectiva de análisis fundamental en su obra: la vivencia.

 

GRITO CONTRA LA OPRESIÓN

Casi dos décadas habían pasado desde la primera vez que hooks publicó un libro teorizando sobre la triple segregación -de raza, de clase y de género- que había sufrido en sus carnes ('Ain't I a woman? Black woman and Feminism', de 1981) cuando apareció en Estados Unidos la obra que, 17 años más tarde (¡17 años más tarde!), se acaba de publicar en castellano: 'El feminismo es para todo el mundo', 19 capítulos que abordan cuestiones como mujer y empleo, raza y género, el matrimonio y las relaciones de pareja, la educación feminista, la imposición de los cánones de belleza o la masculinidad feminista. Un libro con dos objetivos fundamentales: eliminar prejuicios en torno al feminismo y sacarlo de la academia para hacerlo llegar a las mujeres de la calle, ya que hasta entonces parecía una lucha exclusiva de las mujeres blancas burguesas, que rechazaban incluir el componente racial y el de clase en su reivindicación, pues creían que la descafeinaba.

 Y no solo a ellas. El título del libro hacía (hace) una llamamiento claro: el feminismo es un grito contra la opresión, y los hombres deben conocer y secundar este movimiento no solo porque les hará tomar conciencia de su responsabilidad en el sexismo, sino también porque ellos mismos son víctimas del sistema. Hooks no se cansa de repetir que la lucha debe ser conjunta porque el enemigo de la mujer no es el hombre, sino el patriarcado, de cuyo yugo él tampoco escapa.

 

¿REFORMISTAS O RADICALES?

La mirada de hooks se posa también sobre el propio movimiento: sobre la forma en que algunas mujeres perpetúan el machismo, sobre la necesidad de detectar -y comprender y denunciar- qué otras discriminaciones se superponen a la de ser mujer, sobre la diferencia entre las feministas reformistas, las que solo aspiran a alcanzar las cotas de poder de los hombres, y las radicales, las que tienen claro que «nunca van a conseguir la igualdad dentro del patriarcado supremacista blanco existente», escribe la activista. Las que no propugnan un feminismo antihombres, sino antiinjusticias. Curiosamente, las que suelen llevarse, hoy y aquí, el apelativo 'feminazis'. Las que más miedo dan al sistema. Os suena, ¿no?

 Porque el libro de hooks no solo habla de lo que pasaba en Estados Unidos hace 50 años: por desgracia, hace 20 años estaba hablando de hoy. No de allí, entonces, con ellas. De aquí, ahora, con todos. 

Imma Muñoz, oNbarcelona, elperiodico.com

foto bell hooks. GETTY

miércoles, 8 de diciembre de 2021

Chile, ¿para cuando la despenalización del aborto?. Por los derechos de las mujeres.


 

El texto, que propone la despenalización del aborto hasta las 14 semanas, quedó archivado, aunque podrá ser presentado nuevamente. La iniciativa no contaba con el respaldo del Gobierno de centroderecha del presidente Sebastian Piñera.

La Cámara Baja de Chile rechazó este martes 30 de noviembre el proyecto de ley que buscaba ampliar el acceso legal de las mujeres al aborto hasta las 14 semanas de gestación.

"La Cámara rechazó una moción que modifica el Código Penal para despenalizar el aborto consentido por mujeres dentro de las primeras 14 semanas de embarazo. El proyecto está archivado", publicó la Cámara Baja en Twitter después de la votación.

Los diputados de la Cámara habían decidido a finales de septiembre mediante otra votación estudiar y debatir el proyecto de ley. Sin embargo, luego de un intenso debate, con 65 votos en contra, 62 a favor y una abstención, se resolvió no proceder con la tramitación de la legislación, uno de los principales objetivos del movimiento feminista.

En 2017, durante el gobierno socialista de Michelle Bachelet, el Congreso chileno aprobó la legalización del aborto, pero solamente en tres escenarios concretos: cuando la vida de la madre está en peligro, cuando el embarazo es resultado de una violación o cuando el feto presenta complicaciones. 

La despenalización del aborto ahora quedará archivada, al menos por un año, momento en el que podrá volver a presentarse el proyecto y deberá recorrer las Cámaras nuevamente. Pese a esto, no hay que descartar la posibilidad de ingresar un proyecto similar en el corto plazo.

Esta resolución despertó un fuerte malestar en las agrupaciones civiles y feministas y en las diputadas del bloque que estaban a favor de un aborto libre y seguro.

Versiones opuestas luego de la definición en Diputados

Tras la votación de este martes, la diputada Maya Fernández, promotora de la iniciativa, rechazó la decisión de la Cámara, así como lo hicieron varios colectivos y movimientos nacionales a favor de los derechos de las mujeres. 

"Muchos todavía prefieren que haya abortos clandestinos donde las mujeres son sometidas a condiciones inhumanas", escribió Fernández en Twitter.

Por su parte, la diputada de izquierda Maite Orsini –otra de las referentes que impulsaron la norma-, sentenció que perderán “todas las veces que sea necesario para ganar una aborto libre, legal y gratuito”; también confirmó que presentarán un nuevo proyecto, sin fecha confirmada pero que lo harán “hasta el final”.

La contracara fueron los representantes conservadores de la postura anti aborto, muchos de ellos defendiendo su opinión con argumentos religiosos por sobre las explicaciones médicas.

Uno de los que tomó testimonio tras la victoria fue Diego Schalper, de Renovación Nacional, alegó que “la mujer tiene derecho sobre su cuerpo, pero el niño por nacer no constituye parte de él”.

“No porque se comentan delitos en el extranjero quiero que se cometan en Chile”, añadió, en referencia a la aprobación que se produjo en Argentina a principio de 2021 y que fue puntapié para que la discusión se instalara nuevamente en el parlamento chileno.

Algunos estudios indican que desde la prohibición total que se produjo en 1989, durante la dictadura de Augusto Pinochet, se realizaron 70 mil abortos clandestinos por año.

france24.com

En una decisión sin precedentes, el congreso chileno ha aprobado este martes 7 de diciembre 2021, el matrimonio entre personas del mismo sexo. Mi más sincera enhorabuena a todas las personas LGBTI de Chile. 

Sin embargo que la ultraderecha vote a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo a pocos días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 19 de diciembre, apesta. 

En cambio, archivan la despenalización del aborto condenando a las mujeres a abortar en la ilegalidad, jugarse la vida y la salud, en aras de la moralidad y creencias religiosas. Eso sí me cuadra. Va en su línea ideológica.  

En cualquier caso, enhorabuena a las personas LGBTI chilenas. Pero les suplico que esto no les nuble la vista a la hora de votar.


domingo, 5 de diciembre de 2021

david wojnarowicz, un día, este chico. One Day This Kid, 1990.



Un día, este chico crecerá. Un día, este chico experimentará algo que produce una sensación equivalente a la separación de la tierra respecto de su eje. Un día, este chico alcanzará un punto donde percibirá una división que no es matemática. Un día, este chico sentirá que algo burbujea en su corazón, garganta y boca. Un día, este chico encontrará algo en su mente, cuerpo y alma que lo dejará hambriento. Un día, este chico hará algo, provocará que los hombres uniformados como sacerdotes y rabinos, los hombres que habitan en ciertos edificios de piedra, pidan su muerte. Un día, los políticos promulgarán leyes contra este chico. Un día, las familias transmitirán información falsa a sus niños, y cada niño transmitirá esa información por generaciones a sus descendientes, y dicha información será concebida para hacerle insoportable la existencia a este chico. Un día, este chico empezará a percibir toda esa actividad en su entorno, y esa actividad e información lo obligarán a cometer suicidio o a correr peligro, y desearán asesinarlo o someterlo al silencio y la invisibilidad. O un día, este chico hablará. Cuando lo haga, los hombres que han desarrollado un temor por este chico intentarán silenciarlo con estrangulamiento, golpes, cárcel, asfixia, violación, intimidaciones, drogas, sogas, armas, leyes, amenazas, pandillerismo, botellas, cuchillos, religión, decapitaciones e inmolación por fuego. Los médicos proclamarán que este chico tiene cura como si su cerebro fuera un virus. Este chico perderá sus derechos constitucionales contra la invasión de su privacidad por parte del gobierno. Este chico se enfrentará a electrochoques, fármacos y terapias de acondicionamiento en laboratorios atendidos por psicólogos e investigadores científicos. Estará sujeto a la pérdida no solo de su hogar, sino de sus derechos civiles, empleos y todas las libertades posibles. Todo esto comenzará a ocurrir en uno o dos años, cuando descubra que desea unir su cuerpo desnudo al cuerpo desnudo de otro chico.

Traducción: ConejoBelga

David Wojnarowicz (1954-1992) artista plástico, y activo militante por los derechos LGTBI y de los marginados.

 La pregunta que se repite en casi todas sus obras es la de qué significa ser humano en el mundo.

 Wojnarowicz hablaba con rabia de ese desdén hacia los demás, de lo que suponía ser insignificante a los ojos de los demás y participar en los márgenes.Su discurso habla sobre la importancia de traer la política al día a día.

 Wojnarowicz, apaleado desde niño por su padre, que se ganó la vida como chapero —a los 12 años se prostituyó con un hombre por dos dólares, que se gastó en un helado—, y que sufrió el acoso de políticos y religiosos indignados con su obra, empleó su arte para luchar por las causas perdidas: el sida, las guerras, las fronteras, hasta el medio ambiente.

 Es un artista autodidacta que va formándose poco a poco, que toca todo tipo de técnicas, de formatos, de medios: la música, la fotografía, la escritura, la escultura, la pintura, la performance..

 Wojnarowicz ve "la figura del artista, del autor, del poeta, como alguien marginal, alguien que está en los márgenes de la sociedad, en los elementos más underground, alguien que hace de la rebeldía una forma de vida, y alquien para el que en realidad no hay separación entre poesía y vida, no hay separación entre una posición estética y una actitud ética".

 

jueves, 25 de noviembre de 2021

J.K.Rowling: "Estamos atravesando el periodo más misógino que hemos experimentado"


 

Estamos atravesando el periodo más misógino que hemos experimentado.

Nunca hemos visto a la mujer más denigrada y deshumanizada como lo es ahora.

`Mujer´no es una idea en la cabeza de un hombre.

El generismo queer ha conseguido que defender algo tan básico como diferenciar sexo y género,cuestión básica del feminismo desde hace 300 años, nos haga objeto de acoso, violencia y señalamiento.

Ir a la raíz de la violencia que vive la mujer es lo único eficaz para erradicarla. Lo que es populista, e hipócrita, es rasgarse las vestiduras por la violencia y luego reforzar todos los factores que la causan, desde género a religión. Y el momento de atajarla siempre es AHORA.

Hay una campaña mundial de difamación, desinformación y silenciamiento de las feministas abolicionistas. Nos están tratando de callar a quienes somos críticas con el género/sexismo social. Y esta violencia machista está quedando impune.

Sexo es la categoría biológica sobre la que se construye el sexismo. Género es la herramienta cultural de que se sirve el machismo para crear desigualdad.

Luchamos para eliminar todas las formas de discriminación contra mujeres y niñas que resultan de la sustitución de la categoría sexo por la de «identidad de género». Porque las violencias, desigualdades y discriminaciones que sufren niñas y mujeres están basadas en su sexo.

https://twitter.com/LauraRdondo

https://twitter.com/ContraBorrado

 http://luzpolardelartico.blogspot.com/2021/08/jkrowling-estamos-atravesando-el.html

viernes, 20 de agosto de 2021

Poeta afgana Nadia Anjuman


 

No deseo abrir la boca

¿A qué podría cantar?

A mí, a quien la vida odia,

tanto me da cantar que callar.

¿Acaso debo hablar de dulzura

cuando es tanta la amargura que siento?

Ay, el festín del opresor

me ha tapado la boca.

Sin nadie a mi lado en la vida

¿a quién dedicaré mi ternura?

Tanto me da decir, reír

morir, existir.

Yo y mi forzada soledad

con mi dolor y mi tristeza.

He nacido para nada.

 

La llegada del régimen talibán a Afganistán ha encendido todas las alarmas respecto a los derechos de las mujeres, aniquilados hace dos décadas durante el antiguo gobierno integrista islámico. Es por ello que estos días se ha hecho viral en las redes un poema de la afgana Nadia Anjuman, fallecida en el 2005 a causa de una paliza propinada por su marido y la familia de este, un suceso que no llegó a tener una resolución clara de la justicia, más allá de que el esposo pasara apenas un mes en la cárcel.

Pocos meses antes de su muerte, Anjuman había publicado con gran éxito en su país el poemario ‘Gol-e-Duda’ que podría traducirse como ‘Flores ahumadas’. La suya fue una poesía testimonial en la que autora vertía sus ansias de libertad y que rápidamente captó la atención de lectores y lectoras por su lenguaje moderno y nada afectado, kilómetro cero de la nueva poesía en su país. Ahora, cuando dentro y fuera de Afganistán se tienen las peores expectivas para los derechos femeninos el comprometido poema ha vuelto a cobrar actualidad.

 Anjuman nació en Herat en 1980 y se graduó en la escuela secundaria. Apasionada de la literatura, durante el régimen talibán asistió a clases clandestinas de poesía en un formato que de puertas para afuera era aparentemente una escuela de corte y confección. Más tarde estudió Literatura persa en la Universidad de Herat. Anjuman sintió un profundo compromiso con la poesía, a pesar de los riesgos que siendo mujer le suponía la escritura. 

 Malos presagios

 “Desde que tengo memoria”, escribió, “he amado la poesía, y las cadenas con las que seis años de cautiverio bajo el régimen talibán me ataron los pies me llevaron a entrar vacilante en la arena de la poesía. El estímulo de amigos que pensaban como yo me dio la confianza para seguir este camino, pero incluso ahora, cuando doy el primer paso, la punta de mi pluma tiembla, como lo hago yo, porque no me siento a salvo de tropezar en este camino, cuando el camino por delante es difícil y mis pasos son inestables ".

En sus poemas, Anjuman parece anticipar su propio destino y fama póstuma, ya que su trabajo es hoy la bandera del movimiento feminista afgano. Murió a los 25 años, posiblemente porque su marido consideró su trabajo como deshonroso para su familia. Dejó una niña de pocos meses.

elperiodico.com

foto La poeta afgana Nadia Anjuman. / Twitter/@yakavita

jueves, 5 de agosto de 2021

Curso Online: Las Mujeres como Mercancía: explotación prostitucional, pornográfica y reproductiva


 Abierta la inscripción: Curso online sobre la cosificación del cuerpo de las mujeres. Las mujeres han sido usadas como mercancías a lo largo de la historia y sus cuerpos son explotados por tres modalidades diferentes: El sistema prostitucional, que legitima una sexualidad basada en la dominación masculina, la pornografía, convertida en marco referencial de prácticas sexuales violentas para jóvenes y adolescentes y los vientres de alquiler, que someten a las mujeres empobrecidas a un proceso de control, reificación y violencia obstétrica. Durante el curso abordaremos estos tres tipos de explotación, que además de una forma de violencia contra las mujeres, sostienen las economías neoliberales y alimentan un negocio que genera grandes cantidades de capital junto con el debate acerca de su legalización o no. Coordinado por Laura Pedernera y Nuria González López.

 

La cosificación del cuerpo de las mujeres sostiene al menos dos estructuras de dominio: la opresión patriarcal y la explotación comercial.

Históricamente, las mujeres han sido usadas como mercancías: ¿Qué significa este concepto en el contexto de desigualdad entre hombres y mujeres?

El sistema prostitucional legitima que los varones utilicen el cuerpo de mujeres, niñas y niños a través de una sexualidad basada en la dominación masculina. La pornografía, que se desarrolla a pasos descomunales al amparo de las tecnologías digitales y de la cultura de la violación, se ha convertido en el principal marco referencial para jóvenes y adolescentes, quienes a falta de una educación afectivo-sexual que contrarreste sus efectos nocivos, se educan y crecen en un modelo de relaciones en el que se han normalizado ciertas prácticas violentas.

Y por último abordaremos la maternidad subrogada, eufemismo del “vientres de alquiler”, que somete a las mujeres empobrecidas a un proceso de control, reificación y violencia obstétrica, para asegurar que el “producto” se desarrolle y nazca en perfectas condiciones.

Durante el curso abordaremos cómo estos tres tipos de explotación, además de una forma de violencia contra las mujeres, sostienen las economías neoliberales y alimentan un negocio que genera grandes cantidades de capital, motivo por el cual están presentes en el centro del debate acerca de su legalización o no.

DURACIÓN

Cinco semanas – 100 horas.

PRÓXIMA EDICIÓN:

Del 20 de septiembre al 24 de octubre de 2021

OBJETIVOS

Objetivo general

Reflexionar en torno a tres de los más graves tipos de explotación que padecen las mujeres, en los que sus propios cuerpos son objeto de intercambio en transacciones económicas y pactos patriarcales.

Objetivos específicos 

  • Reflexionar acerca de la relación entre los tres sistemas de explotación de las mujeres.
  • Analizar la prostitución como institución al servicio de un modelo de sexualidad masculina basado en la dominación.
  • Analizar la pornografía como marco socializador del deseo sexual y nutriente de la cultura de la violación.
  • Analizar los vientres de alquiler como reificación de los cuerpos de las mujeres empobrecidas.

METODOLOGÍA PEDAGÓGICA

El curso se propone como un proceso de concienciación que permita generar un pensamiento crítico, que se nutra de lecturas y materiales propuestos, del intercambio de experiencias, de los razonamientos y debates del grupo. De este modo, se empodera de manera individual y colectiva a las personas participantes y se fomenta su intervención en la transformación de prácticas socio-culturales y políticas.

El curso se desarrollará desde la Plataforma de E-learning de Feminicidio.net basada en Moodle, una aplicación web de educación virtual que nos permitirá incorporar las técnicas participativas más novedosas.

Cada semana lanzaremos una pregunta sobre la que se deberá reflexionar a través del foro. A lo largo de estas semanas, para vuestras reflexiones, dudas y sobre todo, para poder profundizar en las temáticas, compartiremos bibliografía diversa de fuentes primarias y secundarias, así como el material audiovisual que nos parezca relevante. Todas estas fuentes os permitirán profundizar en la reflexión compartida que se realiza cada semana.

PROGRAMA

Módulo introductorio: similitudes y diferencias entre los tres sistemas de explotación de las mujeres planteados en el curso.

Módulo I: La prostitución

  1. Confrontación de posturas: debates políticos y éticos.
  2. ¿Trabajo o esclavitud sexual?
  3. Críticas al debate sobre la legislación o abolición de la prostitución.
  4. Intersección de opresiones en la prostitución: cuerpos que sobran.
  5. Los demandantes de prostitución en el foco.
  6. Las mujeres en situación de prostitución hablan.

Módulo II: La pornografía hegemónica

  1. La construcción del deseo sexual masculino.
  2. La pornografía como marketing de la prostitución.
  3. Los mensajes de la pornografía.
  4. La pornografía como falta de educación sexual.
  5. El negocio de la pornografía.
  6. Las “actrices” porno hablan.

Módulo III: El alquiler de vientres o maternidad subrogada

  1. El mercado de la oferta y la demanda como satisfacción de derechos.
  2. El alquiler de vientres como nuevo negocio transnacional.
  3. ¿La subrogación altruista?
  4. Alquiler de vientres, capitalismo, patriarcado y poder.
  5. Las “madres de alquiler” hablan. 

Módulo final: valoración personal del curso.

COORDINACIÓN:

Laura Pedernera 

Laura Pedernera es pedagoga, máster oficial por la Universidad de La Laguna en Intervención Social y experta en estudios de género y políticas de igualdad. Ha participado en investigaciones sobre consumo de prostitución y de pornografía, además de trabajar directamente con víctimas de violencia de género y violencia sexual. Es formadora de profesorado y agentes sociales en materia de igualdad y prevención de la violencia machista.

Nuria González López

Núria González López  es una abogada y activista feminista española por los derechos de las mujeres y de los niños. Es licenciada en Derecho y Máster en Derechos Humanos por la UNED con especialidad en Bioética. Integrante de los Servicios Jurídicos de la UGT de Catalunya y del Turno de Oficio de Violencia de Género en Barcelona. También colabora como asesora jurídica para varios ayuntamientos de las provincias de Barcelona y Tarragona.

COSTE DEL CURSO

Promoción Tarifa Única: 60€. Sigue aquí el proceso de pago.

Cuota beca/descuento: Para residentes en América latina: 20€. Para solicitar la beca es preciso escribir a cursosonline@feminicidio.net y ser aprobada la solicitud. Se requerirá una imagen escaneada del DNI.

INSCRIPCIÓN

Para inscribirse en los cursos es necesario seguir los pasos de la plataforma de pago  en https://la-sur.com/producto/curso-online-mujeres-como-mercancia/ y efectuar el ingreso mediante tarjeta bancaria, Paypal o transferencia bancaria. En caso de duda, escríbenos a cursosonline@feminicidio.net.

lunes, 19 de julio de 2021

Gaza sin agua potable causado por bombardeo israelí


 

Bloqueo israelí impide reparar tuberías de agua en Gaza, intencionalmente destruidas por bombardeos

Israel, intencionalmente ataca hospitales, escuelas, edificios residenciales y la infraestructura vital de Gaza. Ha destruido carreteras, instalaciones eléctricas, plantas de purificación y redes de agua, redes de aguas negras, etc. ¡Para reparar estos daños, solo Israel puede autorizar los trabajos y permitir el ingreso de insumos y equipos! 

 

Las restricciones israelíes impiden reparar el sistema de tuberías para transportar agua en la franja de Gaza, dañado por los ataques de las fuerzas armadas de Tel Aviv en mayo último, reveló hoy el diario Haaretz.

Según el periódico israelí, las aguas residuales se acumulan en charcos cerca de las zonas residenciales y penetran en las cañerías que transportan líquido potable.

El matutino recuerda que el ministro de Defensa Benny Gantz prohibió el ingreso de materias primas y materiales de construcción a ese enclave, donde viven poco más de dos millones de palestinos.

La mayor parte de los daños a la infraestructura de agua y alcantarillado causados por la guerra de mayo no ha sido reparado, subraya.

En la actualidad, agrega, es imposible realizar actividades de mantenimiento regulares y cruciales en la zona.

Las instalaciones de desalación y depuración de agua operan solo de forma parcial después de varios años de grandes esfuerzos para mejorar la infraestructura, denuncia.

Hace una semana, la cancillería palestina acusó a Israel de reforzar su bloqueo a la franja de Gaza y de entorpecer el proceso de reconstrucción del enclave.

Esa política punitiva, que dura 14 años, provoca una disminución sustancial de los servicios básicos en esa área, donde gran parte de la población vive en la pobreza, subrayó.

En similar sentido se pronunció horas antes Unicef al reclamar a Israel permitir la entrega inmediata sin obstáculos de asistencia humanitaria.

'Gaza tiene un millón de niños (…) muchos necesitan salud, agua y educación urgentes', advirtió en su página de Twitter el departamento para palestina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

También la coordinadora humanitaria de la ONU para los territorios palestinos ocupados, Lynn Hastings, exigió días atrás el cese del bloqueo.

La ONU estima que unas 250 mil personas carecen allí de acceso regular al agua corriente y que otras 185 mil dependen de fuentes inseguras o pagan precios más altos por el líquido embotellado.

El Banco Mundial cifró en 570 millones de dólares el valor de las pérdidas en la franja de Gaza como consecuencia de la agresión israelí en mayo último, que causó más de 250 muertos.

Fuente: Prensa Latina

palestinalibre.org

miércoles, 7 de julio de 2021

Samuel: los que no entienden y los que no quieren entender


A la hora de cerrar esta edición –¡qué tiempos aquellos en que las ediciones se cerraban con la recapitulación de lo que se sabía o de lo que podía decir sin llamar a engaño!–, no sabemos, o al menos yo no sé, si Samuel Luiz Muñiz murió el pasado fin de semana en A Coruña a causa de una agresión con resultado de muerte, de un asesinato alevoso, o de una estudiada caza del diferente. Sí se conoce que lo que terminó en tragedia pareció originarse como uno de esos altercados menores, fruto del alcohol o del calentamiento propio de las berreas juveniles, con un móvil como excusa (“no me grabes o te mato”). Pero unos minutos y cientos de metros después aquello degeneró en un linchamiento entre insultos de “maricón”. Una consecuencia desmesurada para una causa tan nimia.

No fue un asalto al abrigo de las sombras de un callejón. A las 3 de la madrugada del sábado, recién acabado el confinamiento nocturno y con el verano en puertas, el paseo de Riazor era una fiesta, sobre todo en las inmediaciones del Playa Club, una discoteca que ha acogido a los noctámbulos de la ciudad desde los años sesenta. Las últimas agresiones homófobas que se han registrado en Galicia (y supongo que se podría generalizar a todo el Estado) se han realizado a cara descubierta. Un matrimonio que fue golpeado con una porra extensible y con el insulto reglamentario –“¡maricones!”– por un energúmeno en el barrio coruñés de Monte Alto, y un chaval fue asaltado por una pandilla en Vilagarcía de Arousa después de reconocer, pensando que no iba a suponer problema alguno, su identidad sexual. 

Consciente o inconscientemente, para los colectivos desprotegidos la agresión pública es mucho más intimidatoria que la clandestina. Es una proclama de impunidad: “Para atacarte no necesito esconderme ni de la sociedad ni de la ley”. Y se suelen cometer en manada, ya sean violaciones o apaleamientos. No tanto para producir más miedo a la víctima, sino para infundirse más valor entre los propios verdugos. Para autoafirmarse colectivamente en que iba provocando o en que… ¿qué argumentos se dan a sí mismos cuando apalizan a un homosexual? De hecho, después de los primeros puñetazos a Samuel, y cuando otro joven, africano, intercedió por el agredido, el agresor y su pareja se fueron. A buscar a la manada.

De mortuis nil nisi; de los muertos, nada que no sea bueno, se viene diciendo desde la época romana, pero en el caso de Samuel Luiz Muñiz parece que no hacía falta recurrir al proverbio. Hijo de brasileño y gallega (su padre, Max Luiz, es pastor de la Congregación Cristiana en España), trabajaba como auxiliar de clínica en una residencia benéfica de ancianos, y era bastante conocido en los círculos de la segunda generación de migrantes, donde no ocultaba su opción sexual. 

Reparé en ello al escuchar las declaraciones del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en las que calificaba el linchamiento como “un problema de irracionalidad, de instinto asesino por parte de las personas que le han apaleado y le han matado. Yo no sé cuáles eran sus inclinaciones sexuales ni creo que tenga relevancia”. Las inclinaciones sexuales sí resultaron relevantes para Samuel (al parecer, contestó “¿maricón de qué?” cuando lo insultaron). Y para sus asesinos. Y para el Código Penal, que ve un agravante en aquellos casos en que la víctima no lo es por ser quién es, sino por ser lo que es. Si eres homosexual y te llaman maricón mientras te matan, es un crimen homófobo, sean los perpetradores rastafaris (una doctrina férreamente hetero, por cierto) o supremacistas nórdicos. Y sea la víctima un trans antifa o un concejal del PP asiduo de la Adoración Nocturna. 

El hecho de que, sin sigla alguna que los respaldara, el lunes se registrasen, tan solo en Galicia, 74 concentraciones de repulsa, algunas en poblaciones que no llegan al millar de habitantes, creo que evidencia que todo el mundo entendió la relevancia de la condición sexual de la víctima. Y que Samuel no está muerto solo porque tuvo la desgracia de interponerse en el “instinto asesino” de otros. Lo entiende todo el mundo menos los socios de los que están tirando las piedras y escondiendo la mano.

 

Xosé Manuel Pereiro CTXT contexto y acción


 

domingo, 4 de julio de 2021

Días eternos en una cárcel de mujeres de El Salvador, Ana María Arévalo Gosen


 Mi proyecto Días eternos trata sobre el mundo de las mujeres presas en Latinoamérica. Lo empecé en 2017 en mi país, Venezuela, y en 2021 lo extendí a El Salvador. En las cárceles salvadoreñas un gran número de reclusas vienen de hogares rotos y en su adolescencia se metieron en pandillas para suplir ese vacío.
En la imagen, presas del sector D de la cárcel de Ilopango (El Salvador), en marzo de 2021. En esta zona del penal están únicamente reclusas que han pertenecido a pandillas. Estas mujeres no han recibido visitas en tres años y solo pueden salir de la celda una hora al día.

 En las prisiones salvadoreñas también hay mujeres encarceladas por delitos relacionados con la ley que penaliza el aborto. Actualmente son 16, según la ONG Agrupación Ciudadana. El objetivo de mi proyecto, que desarrollaré en más países latinoamericanos, es dar visibilidad a las mujeres encarceladas para que se conozca mejor su realidad dentro de los sistemas penitenciarios, que en este continente no funcionan igual para todos.

https://elpais.com/elpais/2021/06/27/album/1624807111_694936.html#foto_gal_1

viernes, 2 de julio de 2021

Erdogan saca a Turquia de la Convención de Estambul. “Promueve la homosexualidad y va en contra de la familia tradicional”

Manifestación de este jueves en Estambul. / MURAD SEZER / REUTERS
 

Han pasado diez años exactos desde que el gobierno del entonces primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, auspiciase un acuerdo internacional que recibió el nombre de Convención de Estambul. Diez años desde que Turquía aprobó y ratificó ese acuerdo, que busca proteger a las mujeres de la violencia machista y los feminicidios.

Y han sido diez años exactos los que ha tardado Erdogan, ahora presidente, en abandonar el acuerdo. El pasado 30 de marzo, su oficina publicó la decisión de retirada de madrugada, sin avisar. Este jueves uno de julio, la retirada turca del convenio que lleva el nombre de su ciudad más emblemática se ha hecho oficial. Diez años que han cambiado a Turquía profundamente; donde antes se decía blanco, ahora negro.

Y así es como lo ven muchas mujeres turcas. Este jueves en todas las grandes ciudades del país se han realizado varias manifestaciones simultáneas para protestar contra la retirada del acuerdo. En Estambul, tarde de pleno verano, el sol y la humedad aprietan como nunca, y varios miles de mujeres se juntan en el centro de la ciudad, en la calle neurálgica de Istiklal, para protestar la retirada. Llevan meses haciéndolo sin parar, siempre con el mismo resultado. Esta vez, con la convención ya muerta en Turquía, su protesta ya es en pasado. 

“No se puede salir de la Convención de Estambul con un decreto presidencial de una sola persona. El Parlamento lo votó en 2011, y la voluntad del Parlamento no puede ser delegada a solo una persona; las convenciones internacionales de derechos humanos no pueden ser destruidas así. Esta decisión ilegal solo hace que incrementar nuestra rebelión. No la aceptamos”, dice Semiha, joven manifestante ataviada con todo lo necesario: banderas púrpura y arcoíris y un silbato. Delante, una fila de policías miran la escena y la bloquean con sus escudos. En esta ocasión las fuerzas antidisturbios han vuelto a cargar y lanzar gases lacrimógenos contra los manifestantes.

“Ni el principio ni el fin”

Antes de las protestas, este jueves al mediodía, Erdogan se ha referido a la convención y a la retirada, y ha defendido sus acciones: “Algunos círculos están diciendo que nuestra retirada de la Convención de Estambul es un paso atrás en nuestra lucha contra la violencia contra las mujeres. Pero nuestra lucha no empezó con la Convención de Estambul, y no se terminará con nuestra retirada”.

“La lucha contra esta violencia también es la lucha para proteger los derechos y el honor de nuestras madres, esposas e hijas, que todas son parte de nuestras vidas”, ha continuado el presidente turco, cuyo Gobierno, islamista y conservador, ha presionado para salir del pacto porque “va en contra de la familia tradicional turca y promueve la homosexualidad”. El texto de la convención, lo que busca, es proteger a las mujeres, estén casadas o no, y no discrimina en términos de orientación sexual.

“Con la cancelación del acuerdo, las mujeres estamos más expuestas a la violencia, el acoso y las violaciones. Estamos absolutamente en contra de la retirada y no solo pedimos que no nos retiremos. Pedimos que se aplique del todo, cosa que antes tampoco pasaba”, dice Raziye, otra de las manifestantes. Al año, de media, unas 400 mujeres son asesinadas en Turquía a manos de sus maridos, novios, padres o hermanos —estos últimos crímenes de honor—. La media es escandalosa: más de una mujer muerta al día.

 Adria Rocha Cutiller, elperiodico.com

Y aquí inflándonos a ver culebrones turcos y haciendo turismo en Turquia.

 

domingo, 27 de junio de 2021

Dolores Vazquez, sin Justicia no hay Orgullo

Detención de Dolores Vazquez transmitida en directo por televisión. Netflix.


¿Para cuando un perdón institucional e indemnización a Dolores Vazquez?. Víctima de lesbofobia judicial, social, policial, periodística.

Me remito a la entrada que publiqué en este blog el 25 julio 2020.

Yo ni Olvido ni Perdono.


martes, 15 de junio de 2021

¡No son suicidios, son asesinatos! stop desahucios


 

Ayer por la mañana, en el barrio de Sants de Barcelona, un hombre de 58 años se tiró por la ventana después de que la comitiva judicial llamase al timbre de su casa para desahuciarlo

Fruto de la desesperación, la víctima, viendo el inminente desalojo, decidió acabar con su vida. Esto pone en evidencia, una vez más, las insuficiencias de las supuestas medidas de protección de este Gobierno. Tanto la moratoria de los desahucios, como el papel de las administraciones y su falta de vivienda para dar respuesta a estas situaciones.

Una vez más, una muerte que podíamos haber evitado. Aprovechamos para denunciar el papel de muchos jueces, que optan por tomarse la ley por su mano, obviando los informes de vulnerabilidad redactados por profesionales acreditadas, para que los desahucios se hagan efectivos.

Desde la PAH exigimos una Ley de vivienda Estatal que acabe con la lacra de los desahucios de familias vulnerables, dando respuesta y soluciones reales: un alquiler social a las familias  vulnerables. La inacción del gobierno es una irresponsabilidad muy grave que tiene un impacto directo en la vida de los ciudadanos y ciudadanas a las que dicen servir. 

Para empezar:

  • Que se tramite y apruebe de manera urgente  una Ley de Vivienda que contemple los 8 puntos de la Iniciativa Ley Vivienda.
  • Que se amplíe, de manera urgente, la moratoria actual, hasta la aprobación de la nueva ley, de manera que no queden personas vulnerables sin protección.
  • Que el Gobierno de Pedro Sánchez retire inmediatamente todos los recursos a las leyes de vivienda autonómicas pendientes en el TC.

No solo no podemos consentir ni un desahucio más, tampoco podemos consentir ninguna muerte por culpa de no garantizar el derecho a la vivienda.

¡Basta ya de este despropósito! Hay vidas en juego y ha llegado la hora de poner soluciones.

Desde la PAH seguiremos trabajando para cambiar está situación. Mientras esto no pase, seguiremos construyendo comunidades en lucha, comunidades que se cuidan, y que transforman el dolor individual en fuerza colectiva.

Sabemos que son momentos duros, y queremos abrir las puertas de nuestro colectivo a todas las personas que se ven solas frente a una orden de desahucio. Sabemos que juntas, y con amor y lucha, podemos salir hacia delante.

lunes, 26 de abril de 2021

Las lesbianas existimos, aunque no nos quieran ver. 26 de abril Día de la Visibilidad Lésbica.


Mucha gente no sabe que la lucha por los derechos civiles de las personas LGTB fue iniciada por una lesbiana. Nueva York, Stonewall Inn, 28 de junio de 1969, Storme DeLarverie, según los testigos y ella misma, dio el primer puñetazo a la policía durante la revuelta de Stonewall. También fue ella quien gritó “¿Por qué no hacéis nada?” mientras se la llevaban esposada y la metían a empujones en un furgón policial. Su grito desencadenó las protestas que hicieron historia.

Sin embargo, apenas se la recuerda o se reconoce su figura dentro del imaginario colectivo LGTB. Recientemente, durante la conmemoración del 50 aniversario de Stonewall, seguía costando encontrar testimonios, documentales o libros que destacaran su papel.

Este “olvido” de una de las pioneras de la lucha por los derechos LGTB no debería extrañarnos, teniendo en cuenta la larga tradición del borrado de las mujeres a lo largo de la historia. Si las mujeres no hemos existido en el arte, en la literatura, en la ciencia, en la historia, las lesbianas todavía menos.

Por ello es importante reconocer la labor que realizan numerosos colectivos, historiadoras, periodistas, editoras, escritoras para recuperar la memoria de las mujeres lesbianas en el pasado. Porque recuperando nuestros referentes, haciéndolas visibles a ellas, nos hacemos visibles nosotras en el momento presente y marcamos el camino para las que vengan.

Precisamente el libro de Cristina Domenech, “Mujeres que se empotraron hace mucho”, y que pretende recuperar la memoria de las lesbianas en la historia, comienza con una cita de Safo que dice “Alguien, en el futuro, nos recordará”.

Y eso hacemos hoy, 26 de abril, Día de la Visibilidad Lésbica; las recordamos y las visibilizamos.

A lo largo de la historia las lesbianas hemos sido invisibles y en la actualidad somos invisibilizadas. Las lesbianas existimos, tenemos agenda propia y exigimos nuestro espacio dentro del movimiento LGTB y del movimiento feminista ya que hemos formado parte de ambos durante mucho tiempo. En este sentido, cabe recordar el papel del feminismo lésbico a finales de los años 70, una corriente teórica dentro del feminismo radical, que nace precisamente de la insatisfacción de las lesbianas con la segunda ola feminista y con el movimiento de liberación homosexual.

En España, las lesbianas estuvieron presentes en la lucha por la democracia desde la clandestinidad, en el movimiento de liberación homosexual, en la lucha por los derechos sexuales y reproductivos en los años 80, con la ley de despenalización del aborto de 1985, en la erradicación de la violencia contra las mujeres en 2004 y en la conquista del matrimonio igualitario en 2005 y en el proyecto de Ley de Igualdad de trato y no discriminación que no llegó a ver la luz.

Siempre ha existido la doble militancia con el movimiento feminista, como mujeres que sufren opresión, y con el movimiento LGTB por la conquista de los derechos civiles.

No obstante, en la última década dentro del movimiento LGTB, se ha hecho más latente que las agendas se bifurcan debido a varios motivos: en primer lugar, por la consecución de los principales logros de la agenda común (matrimonio igualitario, derecho a adoptar, entre otros), en segundo lugar, por las posibles contradicciones en determinadas demandas de las agendas de ambos movimientos y, en tercer lugar, por el auge del movimiento feminista en los últimos años a nivel internacional, que ha vuelto a  resituar el foco de muchas de sus prioridades.

Lo que sí es necesario dejar claro en un día como hoy es que las mujeres lesbianas tenemos nuestra propia agenda. Siempre la hemos tenido, y muchas de nuestras reivindicaciones siguen ahí: Las lesbianas seguimos sin tener acceso a los tratamientos de reproducción asistida en la Sanidad Pública en todas las Comunidades Autónomas, y cuando lo tenemos hay una lista de espera tan larga que la mayoría opta por ir a clínicas privadas. Por ejemplo, el método ROPA (cada vez más demandado entre parejas de mujeres) solo es accesible a través de la sanidad privada. Por otro lado, cuando decidimos formar una familia, las lesbianas tenemos que adoptar a los hijos e hijas nacidos de la relación de pareja si no estamos casadas. No ocurre lo mismo con las parejas formadas por personas de distinto sexo.

Además, como minoría entre las mujeres y en el movimiento LGTB, carecemos en gran medida de protocolos ginecológicos y de prevención de las ETS adaptados a la realidad de las relaciones lésbicas. También es necesario que la realidad sexual de las mujeres lesbianas tenga un mayor espacio en la educación afectivo-sexual.

Las lesbianas hemos practicado la doble militancia debido a nuestra doble discriminación; por pertenecer al sexo femenino y por nuestra orientación sexual.

Esta doble discriminación se debe a que las lesbianas no cumplimos el mandato que el patriarcado nos exige, por lo que la misoginia hacia nosotras es feroz. Sufrimos lesbofobia de diversas formas; cuando se nos acusa de ser “marimachos” negando nuestra identidad como mujeres o asegurando que somos menos mujeres por romper los estereotipos de género e incumplir los cánones de feminidad construidos por el heteropatriarcado. Somos víctimas de acoso sexual por parte de hombres cuando vamos de la mano por la calle con nuestras parejas y también son víctimas de lesbofobia los hijos e hijas de parejas lesbianas cuando dicen que tienen dos mamás.

Además, la invisibilidad de las lesbianas y el hecho de que les cueste más salir del armario, tal y como afirma el “Informe de delitos de odio e incidentes discriminatorios al colectivo LGTBI” de 2018 elaborado por la FELGTB, dificulta que éstas interpongan denuncias o pidan información ante delitos de odio. De ahí que sean necesarios estudios específicos sobre la realidad de las lesbianas dentro del movimiento LGTB y campañas de visibilización.

Hasta hace poco también éramos prácticamente invisibilizadas en los medios de comunicación y en la cultura de masas. Cada vez es más frecuente encontrarse lesbianas en el cine y en la televisión, especialmente en series para todos los públicos. Por desgracia las lesbi-tragedias o bollo-dramas siguen estando presentes en un alto porcentaje de los guiones. (Acuérdense de Los Hombres de Paco) Y no, tampoco somos como The L Word, ni pretendemos serlo.

En un día como hoy, tampoco podemos olvidar que ser lesbiana está perseguido en muchos lugares del mundo. En 68 de los 193 estados miembros de la ONU existen leyes que criminalizan los actos sexuales entre personas del mismo sexo; en muchos de ellos las lesbianas son sometidas a violaciones correctivas. Muchas de ellas acaban siendo víctimas de trata con fines de explotación sexual.

Sí, las lesbianas somos minoría en ambos movimientos, pero no queremos ser una minoría mediática, política y social. Por esta razón, desde el año 2008, el 26 de abril se conmemora el día de la visibilidad lésbica, para vindicar una sociedad igualitaria en derechos y oportunidades para las lesbianas, condenar el machismo que sustenta la lesbofobia y potenciar nuestra visibilidad.

Pero, además de todo ello, en este momento, nuestros derechos, como mujeres y como lesbianas corren grave peligro ante el auge de la ultraderecha: las mujeres lesbianas somos el blanco perfecto para el discurso del odio, porque somos mujeres y porque amamos a otras mujeres. Somos lo más transgresor y opuesto a su modelo de sociedad tradicional y conservadora.

Este año, nuestra visibilidad tiene que hacerse ver en las calles, en las redes, en los medios, en nuestro entorno familiar y social pero, sobre todo, en las urnas. Para combatir todo contra lo que hemos luchado: el machismo y la LGTBfobia, más concretamente la lesbofobia.

Porque las lesbianas existimos. Y estamos aquí para que nadie nos arrebate nuestra libertad a amar y para seguir vindicando nuestros derechos. Para que nadie nos devuelva a la clandestinidad de Stonewall.

tribunafeminista.elplural.com

jueves, 22 de abril de 2021

Andrea Dworkin, feminista radical


 

Andrea Dworkin es una de esas autora de las que te cambia la vida. 

Nació en Nueva Jersey en 1946, en el seno de una familia judía. El compromiso político le vino de familia, sobre todo de su padre, profesor socialista, y desde muy joven empezó a participar en movilizaciones a favor del aborto y de la contracepción y en contra de la guerra de Vietnam. En una de estas protestas, en 1965, fue detenida e internada en una cárcel de mujeres donde sufrió un trato vejatorio por parte de los médicos, hecho más tarde denunciaría públicamente. 

Fue una de las experiencias que la encaminó hacia el feminismo, aunque no la más importante. La experiencia decisiva llegaría pocos años después, en Holanda, donde se mudó tras graduarse en Literatura en 1968. Allí se casó con un hombre que la maltrataba y para huir de él se vio obligada a vivir un auténtico calvario, llegando incluso a tener que prostituirse para lograr recursos con los que volver a EEUU. 

En este contexto, Andrea encontró la ayuda de algunas feministas y entró en contacto con los textos de las pioneras de la segunda ola, por ejemplo escritos de nuestra matrona y salvadora, de quien somos feligresas, Kate Millett, y textos del resto de genias y pensadoras que hemos estado recordando estas semanas atrás. 

Cuando por fin consiguió regresar a Nueva York, en 1972, su compromiso feminista ya era firme. Dos años después publicaría su primer libro sobre teoría feminista, Odiando a la mujer, en el que analiza cómo la ideología patriarcal y la idea de subordinación de la mujeres impregna todos los artefactos de nuestra cultura, desde los cuentos infantiles hasta el porno.

El tema del porno fue de hecho el que más la ocupó como activista y como intelectual. En 1981 publicó Pornografía, hombres poseyendo a mujeres. Su obra más famosa. Un libro en el que denuncia que la industria pornográfica es un ámbito preferente de violencia contra las mujeres y donde demuestra que el porno tiene efectos sociales nocivos porque erotiza la sumisión y la humillación de todas las mujeres, perpetuando la violencia hacia nosotras. 

Andrea participó en muchas iniciativas contra la pornografía en Estados Unidos, a menudo en colaboración con otra feminista muy conocida, Catharine McKinnon. Intentaron por ejemplo promover reformas legales para frenar los abusos en la industria del porno y limitar su la visibilidad, aunque no tuvieron mucho éxito porque realmente había y hay muchos intereses en el mantenimiento de la pornografía.

Andrea escribió multitud de libros, incluidas varias novelas y unas memorias, pero solo voy a mencionar aquí dos más:  Mujeres de derechas, de 1983, y El coito, de 1987. En el primero analiza por qué muchas mujeres se ven atraídas por discursos conservadores que van contra su propia emancipación. Concluye que es clave el miedo que el patriarcado nos mete en el cuerpo a las mujeres, que nos puede llevar a renunciar a cierto grado de libertad a cambio de obtener la protección de los varones.

En Intercourse, el libro sobre el coito, explica cómo el sexo heterosexual es opresiva, y cómo está impregnado de una ideología de posesión y dominación sobre las mujeres. Especialmente el acto de la penetración, que culturalmente se presenta además como la práctica sexual normativa por excelencia. Este texto fue muy malinterpretado, llegándose a acusar a Dworkin de defender que todo el sexo es violación, a pesar de que ella misma denunció muchas veces que esa lectura era incorrecta.

La verdad es que Andrea Dworkin fue denostada en mil ocasiones. Se la convirtió en el paradigma de esa idea rancia de que las feministas somos feas, gordas y amargadas, que odiamos a los hombres porque no conseguimos follar, y por eso, además, nos hacemos lesbianas -porque Dworkin era lesbiana-. Gran parte de la izquierda y de las feministas prosexo fueron también crueles con ella, la tacharon de loca e incluso de fascista, acusándola de estar conchabada con la derecha. 

Fueron críticas fieras e injustas, que se centran en coincidencias puntuales del pensamiento de Dworkin con visiones conservadoras en temas como la pornografía y pasan convenientemente por alto los muchísimos asuntos en los que se enfrentó directamente a la derecha.

¿Os suena eso de tacharnos de mojigatas y de moral religiosa por estar en contra del porno y la prostitución? ¿Os suena eso de estar en contra de algo perjudicial para las mujeres y que te comparen por partidos fachas porque ellos están en contra por motivos rancios y equivocados? Pues Andrea sabía mucho de eso.

Después de muchos problemas de salud, Andrea Dworkin falleció en 2005, con solo 58 años, de un fallo cardíaco. Últimamente su figura se ha rehabilitado mucho y estamos viendo que sus análisis fueron bastante certeros: su libro Right Wing Women: (Mujeres de Derechas), por ejemplo, ayuda a entender parte del fenómeno Trump, las posturas sobre los abusos sexuales que defendió en multitud de artículos y discursos se han revalorizado a la luz de todo el Movimiento #MeToo, etc.  

Y pese a ello, tengo que deciros que incomprensiblemente Dworkin no está traducida oficialmente al castellano. Ni uno de sus libros está disponible para poder adquirirlos. Sólo podéis encontrar alguna traducción parcial hecha por compañeras traductoras en internet, pero poco más. Esperemos que alguna editorial tome nota y lo remedie pronto. Porque Andrea está más viva que nunca, y la necesitamos. En su memoria fue el programa número 87 de Radiojaputa. 

radiojaputa.com

 

domingo, 11 de abril de 2021

Un lucrativo mercado: «la creación de la infancia transgénero en Estados Unidos» Josephine Bartosch

 

 

En Estados Unidos, la idea del hombre o la mujer hechos a sí mismos se toma muy al pie de la letra. Por eso está en auge un lucrativo mercado para quienes desean cambiar de sexo.

Josephine Bartosch The Post Millennial

Como buena británica cínica, admiro la actitud resolutiva de Estados Unidos. El sueño americano, la idea de que la gente puede ser lo que quiera, es liberadora y maravillosa. Pero tiene un inconveniente. En Estados Unidos, la idea del hombre o la mujer hechos a sí mismos se toma muy al pie de la letra. Por eso está en auge un lucrativo mercado para quienes desean cambiar de sexo.

Esto ya no es solo cosa de adultos. En la última década, el cambio lingüístico de «transexual» a «transgénero» ha «desexualizado» lo que antes se consideraba un trastorno psicosexual adulto. La modificación de los cuerpos para adaptarlos a un sentido declarado de «identidad de género» se extiende ahora a los niños. Así, con un truco del lenguaje, una nube de purpurina y una inyección de hormonas, nació en Estados Unidos la «infancia transgénero». ¡Alegría!

Desde penes protésicos de tamaño infantil que se meten en la ropa interior, hasta la franquicia multimillonaria generada por realities de gran éxito como I am Jazz, la industria de la infancia transgénero ha rebasado a las políticas, con lo que a los legisladores les cuesta seguir el ritmo. Cabría imaginar que el centro de toda preocupación sería la ética de medicar y operar a niños y niñas para aliviar su angustia mental, pero es el impacto en el deporte lo que ha capturado la imaginación del público.

En atletismo, los repetidos triunfos de los varones biológicos que se identifican como chicas sobre chicas reales han hecho que el mantra de «las mujeres trans son mujeres» se quede un poco endeble. Ya ha habido una causa judicial en la que se cuestionó la imparcialidad de permitir la competición en base a la «identidad de género». En algunos Estados, empiezan a entrar en vigor leyes para garantizar que las chicas tengan la oportunidad de luchar y que las pruebas se dividan por el sexo físico.

con un truco del lenguaje, una nube de purpurina y una inyección de hormonas, nació en Estados Unidos la «infancia transgénero». ¡Alegría!

Las pruebas son claras, como explicó la doctora Emma Hilton, bióloga del desarrollo, en una revisión de 2019 de las directrices del Comité Olímpico Internacional: «Los varones corren más rápido, saltan más, lanzan más lejos y levantan más peso que las mujeres. Superan a las mujeres en un 10 por ciento en la pista de atletismo y en un 30 por ciento al lanzar varias pelotas… Los varones tienen alrededor de un 40 por ciento más de masa muscular, incluso si se tiene en cuenta la altura, y un 40 por ciento menos de grasa corporal».

A pesar de las diferencias materiales entre los cuerpos masculinos y femeninos, la American Academy of Pediatrics (AAP) se ha pronunciado para «oponerse a las políticas públicas» que buscan segregar la participación en el deporte por sexo. Se ha planteado que las políticas destinadas a garantizar que las mujeres y las niñas no estén en desventaja «perjudican a la juventud transgénero». Aparte de que tanto el deporte como las políticas públicas están fuera de las competencias de los pediatras, cabe preguntarse por qué un organismo profesional parece adoptar una línea ideológica en lugar de un enfoque basado en la evidencia.

La declaración de la AAP comienza así: «Con alarma y consternación, los pediatras han visto cómo se promueven proyectos de ley en las legislaturas estatales de todo el país, cuyo único propósito es amenazar la salud y el bienestar de la juventud transgénero».

Termina quejándose de que los intereses de la «infancia transgénero» no deben ser politizados, desvirtuando un poco el foco al prometer luego «luchar Estado por Estado, en los tribunales y en el ámbito nacional».

Se trata de una postura inusualmente emotiva para una organización profesional no partidista. La AAP, que incluye a la farmacéutica Pfizer como empresa patrocinadora de su Programa CATCH, cree sin duda que la curiosa y reciente aparición de la infancia transgénero es simplemente la profesión médica que está liberando a los niños y las niñas para que sean su «auténtico yo».

En un documento expositivo publicado por la AAP, titulado con toda naturalidad «Garantizar la atención y el apoyo integrales a la infancia y adolescencia transgénero y de género diverso», se afirma que los bloqueadores de la pubertad son «tratamientos reversibles». Esta afirmación se hace pese a las frases que siguen y que describen numerosos riesgos, entre los que se incluyen «una menor autoestima» y la falta de investigación sobre el impacto en «el metabolismo óseo y la fertilidad.»

En los últimos años han dimitido muchos profesionales del principal servicio de atención a la identidad de género (GIDS) del Reino Unido, y muchos de ellos mostraron su inquietud por la influencia de los grupos de presión y el enfoque de terapia «afirmativa».

A pesar de la escasez de pruebas clínicas, de la creciente preocupación de los legisladores federales y del aumento de las comunidades de personas que «detransicionan» en todo el mundo, la AAP está decidida a defender la idea de que el cuerpo de algunos niños y niñas necesita una intervención médica para que coincida con su autopercepción del sexo opuesto. Para la AAP, tanto si un niño ha pasado por una pubertad masculina como si no, debería recibir todo el apoyo para participar en competiciones deportivas de acuerdo con su «identidad de género», no con su sexo.

Mientras que en EE. UU. la AAP se ha pasado a hacer campaña, en el Reino Unido los profesionales de la salud tratan de distanciarse de los grupos de campaña transgeneristas. En los últimos años han dimitido muchos profesionales del principal servicio de atención a la identidad de género (GIDS) del Reino Unido, y muchos de ellos mostraron su inquietud por la influencia de los grupos de presión y el enfoque de terapia «afirmativa». Sus voces se han visto amplificadas por las recientes impugnaciones en los tribunales británicos.

Como señala Michael Biggs, profesor asociado de la Universidad de Oxford:

«La diferencia obvia es que en Estados Unidos la asistencia sanitaria está dominada por el sector privado, que tiene un evidente afán de lucro por promover fármacos y cirugías. En el Reino Unido solo hay un mínimo eco de esto: GenderGP, la clínica dirigida por Helen Webberley. Y nuestra estricta regulación la ha obligado a deslocalizar su negocio. De forma menos obvia, en EE. UU., los Estados dominados por el partido demócrata pueden obligar a las compañías de seguros a cubrir los fármacos y las cirugías para personas transgénero, por lo que, en efecto, el público en general está pagando sin saberlo esta medicalización».

«Luego está el contexto cultural: en Estados Unidos la derecha cristiana y la elección de Trump convirtieron el transgenerismo en un tótem tribal para los demócratas. En el Reino Unido, la oposición al transgenerismo surgió principalmente de las feministas de izquierda, por lo que las fuerzas políticas no se alinearon de forma tan clara, lo que dio lugar a que se abriera cierto debate sobre la evidencia. Asimismo, el panorama de los medios de comunicación británicos es más diverso, por lo que se dio cobertura a las opiniones críticas. En Estados Unidos, por el contrario, una vez que el New York Times y el Washington Post han decidido promover el concepto de ‘infancia transgénero’, no hay margen para la disidencia».

Tras una detallada investigación, en diciembre de 2020, tres jueces del Tribunal Superior de Justicia del Reino Unido dictaminaron que el uso de bloqueadores de la pubertad para tratar a niños y niñas con disforia de género era «experimental.» El fallo se produjo en relación con la demanda presentada por Keira Bell, una joven detransicionada, y «la Sra. A», madre de una niña autista con disforia de género.

tres jueces del Tribunal Superior de Justicia del Reino Unido dictaminaron que el uso de bloqueadores de la pubertad para tratar a niños y niñas con disforia de género era «experimental.»

Bell, una joven con un historial lleno de traumas, declaró a los periodistas congregados después de la vista: «Hago un llamamiento a la sociedad para que acepte a quienes no se ajustan a los estereotipos sexuales, y que no los empuje a una vida de medicalización y ocultación de lo que realmente son. Esto pasa por poner fin a la homofobia, la misoginia y el acoso a los que se enfrentan los que son diferentes».

El caso de Bell ha provocado un cambio de política en los servicios de identidad de género del Reino Unido. Las clínicas de todo RU tienen prohibido recetar bloqueadores de la pubertad a los menores de 16 años y existen restricciones de uso para adolescentes mayores. La comunidad médica británica se ha visto obligada a reflexionar sobre la noción de infancia transgénero y a cuestionar cómo surgió este fenómeno.

La diferencia entre el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, basado en un sistema de «gratuidad en el centro de salud», y el sistema privado de EE. UU., basado en un modelo dependiente de las compañías aseguradoras, también puede ser responsable de la divergencia en el tratamiento de los niños y las niñas que se identifican como trans.

«No entiendo por qué, pero parece que no hay límites éticos a lo que los médicos pueden hacer a estos niños y niñas», comentó Natasha Chart, directora ejecutiva de WoLF, una organización por la defensa de los derechos de la mujer. «Tenemos médicos estadounidenses que hablan con orgullo en público de provocar la menopausia a niñas de 14 años, Estados que permiten que niñas de 15 años se sometan a mastectomías electivas sin el consentimiento parental como parte del proceso de afirmación de género, y quién sabe lo que están haciendo con los niños».

«El seguro lo cubrirá ahora», continuó Chart. «Si el gobierno estatal tiene algún interés en las intervenciones médicas a menores, parece que es perseguir a los padres por negarse a la terapia afirmativa y, en su mayor parte, todos los pacientes han renunciado a su derecho a demandar. Eso es lo que significa el ‘consentimiento informado’ en un modelo de afirmación exclusiva: el paciente está prescribiendo de facto su propio tratamiento y asumiendo toda la responsabilidad de los resultados».

El abismo entre el enfoque del Reino Unido y el de Estados Unidos respecto a los niños y niñas que se identifican como transgénero parece crecer a diario. Que el presidente Biden haya nombrado a Rachel Levine —un pediatra de sexo masculino no conforme con el género y que se identifica como transgénero desde 2011— para el puesto de Subsecretario de Salud nos da a entender que Estados Unidos no va a cambiar ahora de rumbo. Levine defiende el «modelo afirmativo» de tratamiento para niños y niñas que se identifican como trans. No obstante, en Estados Unidos cada vez más asociaciones están empezando a cuestionar la noción de «infancia trans», pero, a diferencia de lo que ocurre en el Reino Unido, el movimiento se encuentra en estado embrionario.

Toda la noción de «infancia transgénero» es política; impulsada por las fuerzas del mercado y la típica filosofía estadounidense de individualismo desenfrenado. Exportados por todo el mundo con mayor o menor éxito, algunos países se oponen a estos tratamientos que convierten a niños y niñas en pacientes medicalizados de por vida. En el Reino Unido, el carácter público de nuestro servicio de salud ofrece cierta protección, y empiezan a plantearse preguntas sobre cómo una idea tan controvertida llegó a integrarse en la política tan rápidamente. Hay un punto en el que debería ser posible estar de acuerdo con la AAP: la infancia no debería convertirse en un daño colateral de las guerras culturales que están desgarrando el mundo.

 tribunafeminista.elplural.com

miércoles, 10 de marzo de 2021

Derechos de la mujer (nacida hembra de la especie humana). Arkansas prohíbe casi por completo el aborto.

Marcha antiabortista en Arkansas, en una imagen de marzo del 2019. JIM URQUHART (REUTERS)
 

El estado conservador no permitirá la interrupción del embarazo ni por violación ni por incesto

El estado de Arkansas ha aprobado una ley que prohíbe el aborto incluso en casos de violación o incesto, con la esperanza de presionar a la Corte Suprema de Estados Unidos para que revoque un fallo que en 1973 extendió este derecho a todo el país.

La única excepción prevista en el texto promulgado en este estado, bordeado por el Mississippi y conocido por su conservadurismo cristiano, es "salvar la vida de la madre durante una emergencia médica", anunció su gobernador, Asa Hutchinson. El gobernante dijo que ratificó la ley por sus "sinceras convicciones" contra el aborto.

Extracto de un artículo de Afp, elperiodico.com

domingo, 7 de marzo de 2021

Nuevas tácticas de ataque contra el feminismo, Pilar Aguilar


 

Mientras pudieron, nos ignoraron…
Su táctica durante años fue la de: “Hagamos como que no existen”.
Pero llegó un momento en el que ya no pudieron seguir haciéndose los longuis.
Entonces emprendieron nuevas maniobras: Los cafres, los machistas primitivos de siempre, los que aún no están en la “modernidad”, redoblaron insultos: “Feminazis” “Mal folladas”, “Feas”, “Machorras”, etc.

Cuando las cabezas menos brutas de las huestes patriarcales se percataron de que esas agresiones groseras y cargadas de odio, a la postre, no nos hacían gran daño, empezaron a elaborar otros planes más sofisticados.
Iniciaron, pues, una serie de maniobras diversificadas, aunque todas con el mismo objetivo: pudrir al feminismo desde dentro, inyectándole todo tipo de bacterias, virus, gérmenes nocivos, etc.

El protozoo tóxico más suave (y no específico contra el feminismo pues sistemáticamente se practica con todos los movimientos sociales) consiste en “comercializarlo” y banalizarlo. O sea, vender slogans sin gran contenido que desvirtúen los realmente subversivos.
En la misma línea, pero yendo más lejos, están quienes se dicen partidarios del feminismo, pero del “bueno”, o sea, “el de antes”. Resumen: no se oponen a que estudiemos ni a que votemos y, si me apuráis –en un rasgo de liberalidad que nunca sabremos agradecer bastante- ni siquiera se encabritan porque “vayamos a los toros con minifalda”. O sea, Bertín Osborne ya no canta lo mismo que Manolo Escobar… Ni Pablo Casado se opone a que su niña le dé pataditas a un balón, siempre que se las dé con un toque femenino y siempre que la nena respete jerarquías y, si el hermanito exige el balón, ella, en vez de tirárselo a la cabeza, se lo entregue inmediatamente, reconociéndolo como legítimo usuario de tal viril juguete…

Vendernos como reclamaciones nuestras lo que siempre han sido privilegios masculinos.

En esencia, esta maniobra es la que la reacción siempre practica: oponerse a cualquier avance en derechos, pero, cuando ya no pueden seguir resistiéndose porque la sociedad y las leyes les han pasado por encima, entonces claman: “¡Quietos, paraos! (en masculino, por supuesto, aunque nos lo digan a nosotras). Lo que hemos conseguido (porque inmediatamente y con total descaro se apropian de lo conseguido) era justo. Pero, exigir más es un desmelene, una locura, un exceso”.
O sea, aquello que dijo Marx: los reaccionarios admiten que hubo historia, pero aseguran que ya no la hay.
Pero, esta táctica, aunque les da algún resultado, no consigue minar el fondo de nuestra lucha porque nosotras seguimos blandiendo la lista de demandas, esas que van desde “Y mi calle pa cuando” hasta “Ni una menos”.

Han de recurrir, pues, a otros patógenos mucho más peligrosos: adulterar nuestros objetivos, sustituir nuestras demandas por otras.
Estas sibilinas tácticas se diversifican esencialmente en dos variantes:
1. Vendernos como reclamaciones nuestras lo que siempre han sido privilegios masculinos. Es la que emplean con la prostitución. Quieren hacérnosla tragar A) apelando a la libertad de las mujeres para prostituirse. Como si no viésemos el margen de “libertad” que tienen quienes lo hacen… B) alegando que, ante todo, piensan en el bienestar de las prostitutas (se cuidan, por supuesto, muy mucho de explicar las demandas concretas que exigen, claro).
2. Determinar que, en el feminismo, no solo cabemos todas, sino que también caben todos y todes. Es más: que los fines y las urgencias del movimiento ya no consisten en pedir nuestra igualdad en todos los terrenos, ni rechazar la doble jornada, ni protestar contra el ninguneo sistemático al que se nos somete, ni rebelarnos porque el cuidado de los demás recaiga en nosotras ni porque los trabajos feminizados sean subtrabajos basados en la explotación salvaje, ni por la escasez de ayudas y de leyes que nos protejan en aquello que necesitamos ser especialmente atendidas: maternidad, enfermedades ligadas a nuestro sexo, etc. etc. No, de eso nada. Se trata de apelar a nuestro corazón femenino (convenientemente engordado desde que nacemos) para que aceptemos que el bienestar ajeno es lo que importa y, por eso, hemos de acoger en nuestro seno materno a quien lo pida. Así, surgen enfebrecidos clubs de fans de colectivos maltratados (aunque sus demandas poco tengan que ver con las nuestras). Y vemos a chicas indiferentes ante los problemas de sus madres (cuidadoras a diestro y siniestro), de sus amigas (que sufren una presión constante para que complazcan a los chicos en todo lo que ellos reclamen) pero profundamente afectadas por los índices de prostitución de las personas trans (los de las nigerianas prostituidas no tienen glamour).

Estas tácticas son extremadamente peligrosas. Temibles, diría yo. Capaces, por ejemplo, de convertir el conato de estructuras de igualdad que haya en un pueblo en estructuras de “diversidad” con el aplauso entusiasta de chicas que, para mayor inri, se consideran feministas pero que no caen en el pequeño detalle de que el feminismo existe para luchar por las mujeres (lo que no impide, por supuesto, que otros movimientos luchen por lo que tengan a bien luchar y que el feminismo los apoye).
Y, por eso, tenemos que insistir incansablemente en esto: el 8M es el día de los derechos de las mujeres.